lunes, 26 de marzo de 2012

Educar sin manual


Los esperamos con impaciencia e ilusión. Les preparamos el cuarto,  la canastilla y el nombre con el que les llamaremos. Ponemos en ellos nuestras expectativas, nuestros deseos, nuestros sueños... será, se parecerá... y lo hacemos mucho antes de conocerlos.
Cuando llegan no siempre se parecen ni son, lo que esperábamos que fueran, y sin embargo, los queremos igual, y deseamos para ellos lo mejor.  Deseamos que crezcan felices y sanos, que lleguen a ser hombres y mujeres autónomos, responsables, queridos... que conozcan sus límites y sepan superar los obstáculos que la vida ponga en su camino. Que acepten las normas y consigan todos sus objetivos.
Y así, nos ocupamos en la tarea de educarlos con empeño, con amor, y con muchas dudas, porque nadie nos enseño a ser padres de nuestros hijos.
¿Lo estaré haciendo bien? ¿Cómo debo enseñarle?  ¿Por qué no hace caso de las normas que le ponemos? ¿le pasará algo? ¿tendrá hiperactividad? 
Si tiene sospechas de que ese puede ser su  caso, consulte con la Asociación Comarcal de Familiares de Afectados por el Trastorno por Deficit de Atención y/o Hiperactividad -ACOFATDAH-  ellos le ayudaran a despejar sus dudas y a abordar con calma algunas de esas cuestiones que nuestros hijos nos plantean en la vida cotidiana y, en ocasiones, nos hacen ahogarnos... en un vaso de agua.

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