Como sucede muchas veces en la vida de los seres humanos, las prisas, las indecisiones, los estilos de vida… marcan la vida y la salud de las personas.
A mí, al igual que a muchas otras personas, me ocurrió. Nos cuesta analizar por qué suceden las cosas, por qué surgen los problemas de salud.
En la literatura sanitaria, la mayoría de las veces y con razón, se dice que los problemas del corazón están relacionados con estilos de vida poco saludables.
Hoy estoy haciendo algo que muy pocas veces hago, analizar el tiempo, mi tiempo. Hoy, mirando el reloj y por primera vez en mi vida me he acordado de mi corazón. No me refiero a las causas a ni a los síntomas que me ocasionaron mi problema de salud, ni a estilos de vida, no.
Corazón, hoy me ha venido a mi pensamiento mi relación contigo. Con otra mirada, desde otra perspectiva, desde lo afectivo, desde los sentimientos. Hoy he pensado lo mucho que significas en mi vida, en lo mucho que aportas y ,en cambio, lo tampoco que te ofrezco, “corazón”.
Corazón, hoy me ha venido a mi pensamiento mi relación contigo. Con otra mirada, desde otra perspectiva, desde lo afectivo, desde los sentimientos. Hoy he pensado lo mucho que significas en mi vida, en lo mucho que aportas y ,en cambio, lo tampoco que te ofrezco, “corazón”.
Por primera vez me he acordado de ti, he pensado que necesitas más mimos por mi parte, que a menudo te tengo abandonado, que no te presto toda la atención que necesitas, que necesito.
“Corazón, mi corazón, tu me dedicas 1440 minutos día tras día y volviendo a mirar el reloj he pensado, voy a dedicarte 60 minutos para pensar en ti. ¡Cuánto haces tú por mí y lo poco que hago yo por tí!
Hoy he decidido hacer un paréntesis en mi vida, me he puesto a reflexionar en esta diferencia y mirando de nuevo mi reloj me he dicho, Corazón tu me dedicas 1440 minutos de mi vida, día tras día y sin embargo yo, la mayoría de los días no te dedico ni un minuto”.
Tú me dedicas 1440 minutos sin parar, trasladas alimentos a todo mi cuerpo, retiras lo que no es aprovechable.
Corazón, eres como una madre, siempre pendiente, 1440 minutos de dedicación y cuidados, todos los días, siempre atenta a sus hijos sin pedir nada a cambio, avisándonos de los peligros potenciales y reales que nos depara la vida.
No tienes horas de descanso, ni de día, ni de noche, en verano o en invierno, 1440 minutos de dedicación plena.
Siempre alerta, si me enfado, tengo fiebre, si estoy nervioso... automáticamente tu te pones alerta y haces horas extraordinarias para que no me falte nada.
Es curioso que analizando esto he pensado en mi relación contigo. Hoy puede ser un día para empezar a pensar en ti, me propongo 60 minutos pero quiero que sean intensos.
Hoy quiero dedicarte 60 para tu alimentación, para ejercitarte, minutos de descanso.
“Tanto por tan poco”, pero esto ya es un logro para mí en un principio, vencer ese problema de toda la vida "la prisa y la indecisión"
No es la meta sino la posición de salida, de una deseada carrera.
Quiero recuperar el tiempo perdido, quiero volver a sentirte, a emocionarte y decirte 60 veces Gracias.
Juan Vicente Ruiz Jaldo
Paciente coronario
Presidente de la Asociación de Pacientes Aardiacos Sur de Granada "Mucho Corazón"
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